El gobierno de la ciudad de Nueva York, despidió esta semana a 1.430 empleados de la administración pública que se negaron a vacunarse contra el Covid-19, luego de haber ofrecido repetidos plazos y prorrogas para que dichos empleados se vacunen.
La gran mayoría de los despedidos, pertenecen al Departamento de Educación, 914 empleados para ser más precisos, que tienen a cargo distintas áreas de las escuelas públicas del distrito. En los establecimientos se mantiene la obligatoriedad del uso del tapabocas.
De acuerdo a los datos oficiales, estos 1.430 empleados abarcan menos del 1% de la enorme plantilla de 370.000 trabajadores estatales que tiene esa emblemática ciudad estadounidense.
A partir del 1 de Noviembre, la ciudad estableció la obligatoriedad de la vacunación contra el coronavirus para todos sus empleados, ya que la ciudad fue una de las más golpeadas por la pandemia.
Esta medida incluía funcionarios, policías, bomberos, personal sanitario y profesores y a partir del 27 de diciembre, se amplió dicha obligatoriedad, para los trabajadores de las 184.000 empresas del sector privado y para los mayores de 12 años que quisieran entrar a lugares públicos como restaurantes y teatros o cines.
De los últimos 3.000 empleados antivacunas que quedaban el viernes, un 40% cedió y aceptó recibir la inoculación para evitar perder su empleo.