En una reunión del G20, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, presentó la "Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza". La iniciativa "nace de esta voluntad política y de este espíritu de solidaridad", explicó el Jefe de Estado.
El primer mandatario resaltó que "el hambre es la más degradante de las privaciones humanas. Es un ataque a la vida, un ataque a la libertad". Y agregó: “El hambre no es resultado tan solo de factores externos. Es consecuencia, sobre todo, de opciones políticas. Hoy el mundo produce alimentos más que suficientes para erradicarla. Lo que falta es crear las condiciones para ofrecer acceso a los alimentos”.
"Necesitamos soluciones duraderas, y debemos pensar y actuar juntos", expresó. También resaltó que “los gobernantes tienen que tener en cuenta a los excluidos porque no es posible que casi en la mitad del siglo XXI, cuando estamos discutiendo la Inteligencia Artificial, aún estemos obligados a promover una discusión para decirles a los dirigentes que cuiden de los pobres”, destacó.
"Será uno de los principales resultados de la presidencia brasileña del G20. Su objetivo es dar un impulso renovado a las iniciativas existentes, alineando esfuerzos a nivel nacional e internacional", resaltó Da Silva.
El presidente destacó que la Alianza se oficializará de manera formal por el G20 en la Cumbre de Jefes de Estado que se llevará a cabo en noviembre en Río de Janeiro, y que podrán participar todos los países del mundo, así como organizaciones internacionales y bancos de desarrollo que quieran sumarse de manera voluntaria.
Según explicó Lula da Silva, la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza será gestionada por una secretaría ubicada en las sedes de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en Roma y Brasilia.
Impuesto mundial a las grandes fortunas
El presidente brasileño propuso financiar la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza mediante la creación de un impuesto mundial a las grandes fortunas.
"Los súper ricos pagan proporcionalmente mucho menos impuestos que la clase trabajadora", resaltó Lula en su discurso.
La medida es apoyada por Francia, España, Sudáfrica, Colombia y la Unión Africana y el objetivo es gravar los patrimonios más altos tomando como base el trabajo del experto en desigualdad Gabriel Zucman, quien en junio realizó un informe a pedido de Brasil.
"Brasil viene insistiendo en el tema de la cooperación internacional para desarrollar estándares mínimos de tributación global, fortaleciendo las iniciativas existentes e incluyendo a los multimillonarios", resaltó Lula.
El informe de la FAO
Según un informe de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), durante 2023 cerca de 757 millones de personas sufrieron hambre y 2.300 millones padecieron algún nivel de inseguridad alimentaria.
Los datos del estudio revelan que, durante 2023, los países de América Latina y del Caribe presentaron un avance significativo en la mejora de las condiciones de alimentación y seguridad alimentaria de las poblaciones. Sin embargo, no hubo cambios en Asia y continúa creciendo en África.
“En la actualidad, no existe una imagen clara del financiamiento para la seguridad alimentaria y nutricional – ni lo que hay disponible ni lo que todavía se necesita – para alcanzar estas metas. Se necesita con urgencia una definición común y un mapeo del financiamiento para la seguridad alimentaria y nutricional, dado que los esfuerzos actuales carecen de la atención y la claridad adecuadas”, explicó el informe.
El documento también demuestra que el mundo está lejos de alcanzar el "ODS 2" (Objetivo de Desarrollo Sostenible) para el 2030. El objetivo pretende reducir a cero los índices globales de hambre e inseguridad alimentaria y "está amenazado por la falta de mejoras en la seguridad alimentaria y el avance desigual en el acceso económico a la alimentación saludable", aseguró.
El estudio estuvo a cargo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), UNICEF, el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
