El líder norcoreano, Kim Jong Un, llegó esta mañana a Rusia para reunirse con el presidente Vladimir Putin.
Este lunes el Kremlin confirmó que el mandatario norcoreano había partido el pasado domingo desde la capital de su país, Pyongyang, hacia la ciudad de Vladivostok, ubicada en la costa este de Rusia. Putin, que se encuentra en esta ciudad para asistir al Foro Económico Oriental, recibirá a Kim en la primera visita oficial que este realiza desde 2019.
El ministro de Recursos Naturales y Medio Ambiente ruso, Alexánder Kozlov, comunicó la llegada en tren del líder de Corea del Norte y publicó las primeras imágenes del histórico acontecimiento.
"La Federación Rusa y la República Popular Democrática de Corea son amigos desde hace 75 años. A lo largo de todos estos años, nos hemos apoyado y ayudado mutuamente no solo como vecinos, sino también como estrechos asociados", escribió Kozlov en su canal de Telegram.
Según comunicó el Kremlin a través de su vocero, Dmitri Peskov, Kim Jong Un y Putin se verán cara a cara, al igual que las delegaciones que los acompañan. Durante las reuniones previstas se abordarán cuestiones relativas a la cooperación económico-comercial y a los intercambios culturales. Sin especificar tópicos específicos, Peskov adelantó que ambos mandatarios tratarán asuntos internacionales relevantes.
Entre tanto, Estados Unidos expresó preocupación por el encuentro en Vladivostok. De acuerdo al diario New York Times, “fuentes cercanas a la casa blanca” informaron que la reunión entre Putin y Kim sellará el envío de armas norcoreanas destinadas a apoyar al bando ruso que combate en Ucrania. La especulación occidental también supone que, a cambio, Rusia planea transferir tecnología satelital y submarinos de propulsión nuclear a Corea del Norte.
El Ministerio de Defensa de Corea del Sur, por su parte, afirmó que la cartera sigue de cerca las supuestas negociaciones sobre un “acuerdo armamentístico” y la “transferencia de tecnología”.
En 2022, Estados Unidos realizó una advertencia similar, cuando que Corea del Norte planeaba otorgar armas a Rusia, ante lo cual el gobierno asiático respondió terminantemente: “No suministramos armas a Rusia ni planeamos hacerlo en el futuro”.