Durante la mañana del 26 de julio comenzaron a circular reportes señalando que el presidente del país, Mohamed Bazoum, permanecía retenido junto a su esposa en la residencia oficial. Fuentes cercanas al mandatario indicaron que ambos se encontraban “sanos y salvos”.
Reuters informó luego que vehículos militares habían bloqueado la entrada al palacio presidencial, ubicado en la capital, Niamey, y prohibido el acceso a los ministerios cercanos al edificio.
En un principio, las autoridades negaron que se tratara de un golpe de Estado, al que se refirieron como un 'asunto de seguridad'. El general Omar Tchiani, en funciones desde el gobierno de Mahamadou Issoufou, fue inicialmente señalado como jefe de la revuelta.
A lo largo del día miércoles se reportaron negociaciones entre ambas partes. Medios ‘panafricanistas’ como Tchad One (Chad) y periodistas como Sékou Tangara (Africable TV) informaron desde las primeras horas de la tarde que el presidente había sido obligado a renunciar y se impondría una Junta Militar de transición. Mientras tanto, los medios franceses negaban el éxito del golpe.
A última hora de la noche, fue interrumpida la transmisión de TV en todo el territorio nigerino: el coronel Amadou Abdramane, rodeado por otros 9 militares, declaró que las fuerzas de defensa y seguridad del país decidieron "poner fin al régimen […] debido a la deteriorada situación de seguridad y la mala gobernanza".
Asimismo se comunicó que Mohamed Bazoum había sido derrocado y que las fronteras internacionales del país permanecerían cerradas. Además se decretó el toque de queda nacional y la suspensión de todas las actividades institucionales.
Potencias occidentales como Francia, EEUU y organismos como la ONU expresaron su rechazo al golpe de Estado. Antony Blinken, secretario de Estado norteamericano, manifestó que la asociación con Níger dependería de la continuidad del "gobierno democrático".
El Gobierno de Francia, por su parte, indicó que reprochaba “cualquier intento de tomar el poder a través de la violencia”.
Un portavoz del secretario general de las Naciones Unidas comunicó que António Guterres "condena en términos más que enérgicos cualquier esfuerzo para tomar el poder por la fuerza y socavar la gobernanza democrática, la paz y la estabilidad en Níger". E “insta a todas las personas involucradas a ejercer moderación y garantizar la protección del orden constitucional".
Durante la mañana de este jueves se reportaron manifestaciones en Niamey en apoyo al nuevo gobierno. La corresponsal de France 24, Anne-fleur Lespiaut, informó sobre la presencia de cientos de personas en las inmediaciones de la Asamblea Nacional. “Exigen la intervención de Rusia y la salida de las tropas francesas del país”, expresó desde el lugar de los hechos. Stanislas Poyet, periodista de Le Figaro y Radio France, también presente en Niamey, reportó que se estaban produciendo marchas con "cánticos anti-franceses" y banderas rusas.
Las Fuerzas Armadas, por su parte, emitieron un comunicado indicando que el Estado Mayor Conjunto había decidido plegarse a la nueva Junta Militar con el fin de "preservar la integridad física del presidente Bazoum" y "evitar un enfrentamiento a muerte entre las distintas fuerzas". Por otro lado, advirtieron que "cualquier intervención militar externa, sea del origen que sea, correría el riesgo de traer consecuencias desastrosas e incontrolables para nuestro pueblo y el caos para nuestro país".
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