Un grupo de militares anunció este miércoles la disolución de las instituciones y el desconocimiento de las elecciones generales celebradas el pasado sábado 26 de agosto, en las cuales Ali Bongo, el actual presidente, resultó reelegido por tercera vez.
Según reza el comunicado emitido por el ‘Comité para la Transición y la Reconstrucción de las Instituciones del Estado’, el general Brice Oligui Nguema "asumió la responsabilidad de dirigir el país".
El presidente derrocado, por su parte, difundió un video pidiendo ayuda a la comunidad internacional. En el mismo denuncia que se encuentra secuestrado en su domicilio y desconoce el paradero de su esposa e hijo.
El grupo rebelde comunicó que el presidente Bongo se encontraba bajo arresto domiciliario y que su hijo Noureddin estaba detenido. El jefe de gabinete, Ian Ghislain Ngoulou; el director adjunto del Gabinete, Mohamed Ali Saliou; y el consejero presidencial, Jessye Ella Ekogha, entre otros, también fueron arrestados.
La junta militar argumentó que su accionar responde a “una gobernanza irresponsable e impredecible que se traduce en un deterioro continuo de la cohesión social, que corre el riesgo de llevar el país al caos”.
Elecciones cuestionadas
El principal rival político del presidente Bongo, Albert Ondo Ossa, había denunciado previamente que los resultados de las elecciones eran producto de “un fraude orquestado” por los allegados al actual mandatario, quienes habrían sido los únicos presentes durante el recuento de votos.
Según Reuters, Bongo había decidido bloquear la entrada de observadores internacionales, suspender las transmisiones de corresponsales extranjeros que cubrían la elección, interrumpir el servicio de internet e imponer un toque de queda nocturno en todo el país a minutos de culminar la jornada electoral.
Reacciones internacionales
Representantes de los gobiernos de Francia, Rusia, la Unión Europea y China expresaron preocupación por lo que está sucediendo Y llamaron a las partes a iniciar un diálogo, así como a garantizar la seguridad personal del presidente derrocado.
La primera ministra de Francia, Élisabeth Borne, afirmó estar prestando "la máxima atención" a los acontecimientos en Gabón. El portavoz del gobierno frances, Olivier Véran señaló que "Francia condena el golpe militar en curso en Gabón".
Josep Borrel, representante de Asuntos Exteriores de la UE, dijo que la situación en Gabón significa "un gran problema para Europa". "Ciertamente, los ministros tienen que reflexionar profundamente sobre lo que está sucediendo allí y cómo podemos mejorar nuestra política con respeto a estos países", añadió.
Manifestaciones a favor del golpe
A horas del golpe, los habitantes gaboneses decidieron volcarse masivamente a las calles para apoyar a la junta militar y celebrar la caída de Bongo.
Los líderes de la rebelión pidieron a la población regresar a sus hogares, alejarse de zonas y objetos estratégicos, al tiempo que advirtieron a los ciudadanos contra actos de vandalismo y violencia.
Democracia formal
Gabón está gobernada desde 1967 por la familia Bongo. Omar Bongo fue presidente desde ese año hasta su muerte, en 2009, cuando lo sucedió su hijo Ali, quien ostentó el poder hasta hoy. La dinastía Bongo mantuvo al país bajo la égida indirecta de Francia, su antigua potencia colonial.
Según los parámetros occidentales, Gabón era un país democrático desde la década de los 90, cuando el gobierno introdujo una constitución y comenzó a permitir la participación de partidos políticos opositores.