El Parlamento español aprobó definitivamente la ley que despenaliza la eutanasia y el suicidio asistido y se convirtió en uno de los pocos países del mundo en permitir a un paciente incurable recibir ayuda para morir y evitar el padecimiento.
La iniciativa recibió 202 votos a favor por parte de la izquierda, centro y regionalistas, y 141 en contra, de la derecha y la extrema derecha y dos abstenciones, según el diario El País.
"Hoy somos un país más humano, más justo y más libre. (...) Gracias a todas las personas que han peleado incansablemente para que el derecho a morir dignamente fuera reconocido en España", tuiteó el presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, tras la sanción.
La ley entrará en vigor después de una moratoria de tres meses y convertirá a España en el cuarto país europeo que permite la muerte asistida, tras Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo. En América, solo Canadá y Colombia, que la acepta, aunque no tiene legislación al respecto. Otro país que cuenta con legislación al respecto es Nueva Zelanda.
La nueva ley española autoriza la eutanasia, que contempla la administración por parte de personal médico de una sustancia mortal, y el suicidio asistido, por el cual la persona se encarga de tomar la dosis prescrita.
En tanto, Suiza, Alemania y Austria permiten la eutanasia indirecta o pasiva siempre y cuando el enfermo haya expresado esa voluntad. No obstante, la eutanasia pasiva, cuando se consigue la muerte del paciente en situación irreversible suspendiendo el tratamiento médico, está reconocida bajo ciertas condiciones en las legislaciones de Suecia, Noruega, Dinamarca y Finlandia, según información de la RTVE española.