Jair Bolsonaro encabezó un acto en una iglesia evangélica en Brasil y habló de la presión que le lleva ser el presidente de la Nación.
"Cuántas veces lloro en el baño de mi casa. Mi esposa nunca me vio. Ella piensa que soy el más macho de los machos. Y en parte tiene razón", confesó, generando una ola de reacciones.
El mandatario de ultraderecha, quien intenta reforzar lazos con los evangelistas de cara a 2022, aseguró: "Ya no soy diputado. Si (un diputado) pierde un voto, no puede influir en nada. Un voto de 513. Pero con una decisión mía mal tomada, mucha gente sufre. Mueve la bolsa de valores, el dólar, el precio del combustible".
Luego, en su discurso, hizo referencia a la posibilidad de privatizar Petrobras, la empresa más grande del país. "Siempre que aumenta la gasolina la culpa es mía. ¿Será que tenemos que privatizar Petrobras?", preguntó a la audiencia que contestó con un "sí" al unísono.
Al jefe de Estado le llueven las críticas. Hubo una suba de combustible de casi un 40 % en los últimos 12 meses y una inflación que se ubicó en 10,25 % en septiembre.