El ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó a Nueva York este lunes para asistir ante un tribunal estatal por un caso civil que lo tiene como protagonista junto a sus dos hijos.
Trump ha sido acusado de inflar durante años el valor de sus activos inmobiliarios con el fin de garantizar mejores condiciones de préstamos y seguros.
"No importa cuánto dinero creas que tienes, nadie está por encima de la ley", dijo la fiscal general demócrata de Nueva York, Letitia James, a los periodistas antes de entrar a la sala del tribunal. "La ley es poderosa y frágil. Y hoy, en los tribunales, se demostrará nuestro caso".
El martes pasado, el juez Arthur Engoron dictaminó que el Fiscal General de Nueva York había “presentado pruebas concluyentes” de que Trump y su organización habían exagerado el valor de sus propiedades entre 812 y 2.200 millones de dólares entre 2014 y 2021. En consecuencia, el magistrado ordenó la revocación de los permisos comerciales en el estado de Nueva York de Donald Trump y de dos de sus hijos, Eric Trump y Donald Trump Jr, vicepresidentes ejecutivos de la Organización Trump; así como la confiscación de las empresas que son objeto de la demanda.
Trump, por su parte, califica la actuación judicial de “farsa”. "Mis derechos civiles han sido violados y algún tribunal de apelaciones, ya sea federal o estatal, debe revertir esta horrible decisión antiestadounidense", escribió en Truth Social.
Sus abogados dieron a entender que el ex mandatario asistirá a dos de las primeras audiencias del juicio. Y, si bien no puede ser condenado a pena de cárcel por esta acusación, el juicio podría ser un anticipo de otros que podrían perjudicar su campaña para la nominación republicana como candidato a presidente. Otras voces siguen viendo a Trump como una figura impermeable a la lluvia de acciones judiciales en su contra ya que, hasta el momento, y con las numerosas acusaciones que pesan sobre él, solo ha sabido crecer en las encuestas.