Tras la levantada golpista bolsonariasta, ahora el ex presidente Jair Bolsonaro que huyó a Estados Unidos compartió un preocupante mensaje que amenaza con un nuevo intento de golpe de Estado. El ex mandatario utilizó sus redes sociales para compartir mensajes golpistas que cuestionan los resultados de las últimas elecciones, en donde cayó derrotado ante Lula Da Silva y atacan al Tribunal Supremo y al Tribunal Superior Electoral (TSE). Las instituciones quedaron en alerta por nuevos ataques a la democracia del movimiento de ultraderecha.
Bolsonaro compartió en la noche de este martes durante unas horas una serie de mensajes en su cuenta de Facebook en los que se afirma que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva no fue elegido por el pueblo brasileño en las elecciones, sino por el Supremo y el TSE. Dos horas después ha borrado dicho contenido.
El contenido compartido, borrado tras el revuelo causado, contenía el extracto de una entrevista al procurador bolsonarista de Mato Grosso del Sur Felipe Gimenez, en la que afirmaba que Lula da Silva fue elegido por los jueces del Supremo y del TSE, bajo una leyenda que ahondaba en esta teoría.
La nueva ofensiva de Bolsonaro para cuestionar su derrota en las pasadas elecciones tiene lugar dos días después que sus seguidores asaltaran las sedes de la Presidencia, el Congreso y el Supremo y en un momento además en el que el Gobierno ha de Lula ha detectado la posibilidad de una nueva ofensiva bolsonarista. El Abogado General de la Unión (AGU) realizó una nueva presentación para alertar por el riesgo de nuevos actos golpistas esta misma semana, según reportó G1.
Nueva convocatoria
A través de Telegram, el bolsonarismo se ha estado movilizando para manifestarse nuevamente en las calles de las principales capitales para "retomar el poder", incluido en la Explanada de los Ministerios en Brasilia, escenario principal de los actos antidemocráticos del domingo. Los grupos ultraderechistas sostienen la tesis que Brasil vive "una dictadura comunista", que los golpistas fueron detenidos en "campos de concentración" en donde murió gente (algo no confirmado) y hasta revivieron la acusación contra Lula de ser un adorador de Satán.
Por el momento, unas 1.500 personas han sido detenidas por los hechos del domingo, de los cuales se ha responsabilizado directamente a un Bolsonaro que sigue en Estados Unidos convaleciente de unos dolores abdominales recurrentes tras el apuñalamiento del que fue víctima en plena campaña electoral de 2018. Varios congresistas están proponiendo la elaboración de una comisión especial en ambas cámaras para analizar el grado de implicación de Bolsonaro en estos ataques y por ello han reclamado al Supremo que ordene su extradición.
Mientras tanto, se ha ordenado la detención de Anderson Torres, el apartado secretario de Seguridad de Brasilia y último ministro de Justicia del bolsonarismo por su supuesta connivencia con los asaltantes. De vacaciones en Estados Unidos, ha anunciado que regresará a Brasil para ponerse a disposición de las autoridades.