El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, rompió el silencio a dos días de la derrota en las elecciones y no reconoció el triunfo de Lula da Silva: “Nuestro sueño sigue más vivo que nunca”.
El mandatario emitió un breve discurso de apenas tres minutos que fue dirigido principalmente a sus votantes. “Quiero comenzar agradeciendo a los 58 millones de brasileños que votaron por mí”, expresó.
“Nuestra representación en el Congreso da muestra de nuestra fuerza. Dios, patria y familia. Nuestros sueños siguen más vivos que nunca”, agregó Bolsonaro con el claro aura de tristeza por no alcanzar la reelección.
Sostuvo que seguirá “cumpliendo todos los mandatos de la Constitución” en los días que le quedan como Presidente, aunque reconoció que durante su mandato la oposición lo tildó de “antidemocrático”.
Se refirió también a los disturbios que se desencadenaron en distintos puntos del país luego de su derrota: “Las actuales manifestaciones son fruto de la indignación y la sensación de injusticia por cómo se desenvolvió el proceso electoras”, disparó.
“Las manifestaciones pacíficas son siempre bienvenidas, pero nuestros métodos no pueden ser los de la izquierda que siempre predicó a la población la invasión de propiedades y la destrucción del patrimonio”, amplió.
Más de 140 ingresos en 20 estados de Brasil se encuentran cortados por piqueteros que protestan por la caída de Bolsonaro en el balotaje del domingo ante Lula. Los cortes fueron provocados por camioneros y manifestantes, en general, que utilizaron la quema de neumáticos y vehículos para impedir el libre tránsito de personas.
Se vivieron momentos de tensión luego de la viralización de videos que mostraban a la Policía Militar en manifestaciones a favor del actual presidente de Brasil y como los manifestantes le pedían un golpe de estado para anular el proceso electoral.
“Superamos la pandemia y las consecuencias de una guerra. Siempre fui rotulado como antidemocrático, pero al contrario de mis acusadores siempre jugué dentro de las cuatro líneas de la Constitución”, continuó en referencia a las acusaciones que recibió por parte de la oposición.
“Soy ahora el líder de millones de brasileños que defienden la libertad económica, religiosa, de opinión, la honestidad y los colores verde y amarillo de nuestra bandera”, concluyó.
Tras la breve alocución en la que no contestó preguntas de la prensa y se retiró rápidamente, Bolsonaro fue aplaudido por un puñado de funcionarios de su entorno. Por otro lado, recibió críticas por parte de los periodistas que intentaban formular sus preguntas ante el silencio del mandatario. El próximo jueves comenzará la transición con el equipo de Lula da Silva.