Lito Grisafi es precandidato a miembro de la junta comunal de la comuna 15 por el Frente de Todos (lista 502). Darán, junto a sus compañeras y compañeros de lista, una interna en la comuna porteña que integra los barrios de Chacarita, Villa Ortuzar, Agronomía, Parque Chas, Villa Crespo y Paternal, que tiene casi 190 mil habitantes.
“En la comuna 15 tenemos tantos buenos candidatos que no entramos en una sola lista” asegura con su tono barrial, cargado de buen humor, y explica: “Yo soy un convencido de la herramienta de las PASO. Yo creo que es buenísimo que muchos militantes tengan la oportunidad y se junten y colectivamente armen lista”. En ese sentido, respecto a la búsqueda de la unidad, dice: “No creo que no haya unidad, yo creo que es una unidad más democrática cuando la gente o el vecino elige quién quiere que lo represente”.
—¿Cómo podemos explicar el trabajo y la gestión del comunero? ¿Cuál es la importancia del comunero?
— Las obligaciones que tiene el juntista comunal son por ejemplo las veredas, arbolado, podas, plazas, y las vías secundarias, tenes áreas concurrentes y área exclusivas; y en las que no tenemos injerencia o no podemos dar una respuesta -como en salud y en educación- tenemos que articular con el legislativo y el ejecutivo para tratar de buscar una respuesta colectiva.
La madre de las batallas es una verdadera descentralización. Hoy las comunas están invisibilizadas, no casualmente, sino causalmente, porque el hecho de ir escondida [la elección de los comuneros] en el marco de una elección nacional, la gente no discute comunas ni saben las responsabilidades de los comuneros ni cuáles son las funciones, ni porque te tienen que votar.
Le ley marca que las elecciones de comunas deben ir separadas. Si el domingo próximo votaríamos solamente comunas, el vecino estaría más interiorizado. En el 2015 ya se votó de la misma manera, pero se hablaba que era la última, que después iría separada. Hoy seguimos votando comuneros de la misma manera. En cualquier esquina de la ciudad, de 10 personas 8 no saben qué son las comunas, ni que te votaron, ni qué votan. Agarran la lista y votan. Eso es invisibilizarla, y vaciarla de contenido, y la transforma en un organismo burocrático más.
—¿Cómo están sufriendo la crisis en tu comuna?
— Nací en Parque Chas, tengo 53, desde que nací vivo acá, y milito hace más de 30 años, sufro cuando el hospital (dependa o no de la comuna) no tiene insumos; sufro cuando los clubes de barrio no pueden pagar su factura, sabiendo que un pibe que entra a un club es un pibe que sale de la calle, y que los clubes son lugar de contención; sufro cuando un vecino tiene que ir diez veces para que le poden el árbol, o para que le arreglen una vereda; sufro porque a veces los recursos están, es una ciudad con infinidad de recursos pero no están las ganas ni las herramientas y a veces se equivocan las prioridades.
—¿Y cómo están viviendo la crisis en la Ciudad en general?
— La falta de bacantes en las escuelas es terrible. El manoseo que pasan los papás y las mamás y la angustia de no saber a dónde van a mandar a sus hijos. Eso es terrible. También sufrimos con los clubes de barrios: vemos que hoy por hoy la tarifa de luz y gas le quitan la posibilidad de subsistir. No entienden que un club es un lugar de contención social.
Vemos con mucha preocupación la cantidad de comercios cerrados. Hay un kiosquero que nos cuenta que paga 18 mil pesos de alquiler y 35 mil pesos de luz, esas situaciones se repiten y caminás un poco y ves cómo los locales cierran. Y cada vez más gente queda desocupada.
Yo soy canillita, sigo trabajando el kiosco de Monroe y Triunbirato, y ahí vemos que el trabajo nos bajó un 40 %, y charlás con los clientes que perdieron el laburo y no compran más el diario. Los negocios cierran y no vuelven a abrir. Es algo muy triste. Ya no está ni la hoja de los clasificados. La gente no tiene ni 20 mangos para el bondi. Y es muy triste porque es una ciudad llena de recursos.
—¿Qué opinión tenés de Matías Lammens y cómo te parece que se van a dar los resultados?
— Yo creo que lo de Lammens no es un slogan: viene con aire nuevos. Viene con muchas ganas de transformar la política, buscando diferentes actores sociales, y en ese marco me encontró a mí. Me enamoró la propuesta de construir sin odio, sin echarle la culpa al que votó de manera diferente, que no es nuestro enemigo, que lo de la grieta es un invento para dividirnos. El que no puede pagar la luz, al que le cerraron la fábrica, la pyme que se funde, la gente que cierra su kiosquito, esos la sufren igual que nosotros [...]
Yo creo que se puede dar un buen resultado en la ciudad e ir a una segunda vuelta, y creo que la gente le va a dar una oportunidad, a medida que lo vayan conociendo se van a ir enamorando de sus propuestas.
—¿Cuáles son las propuestas más importantes de tu programa político?
— La propuesta más importante es escuchar, escuchar los reclamos, los proyectos, y acompañar a los vecinos y vecinas, armar el programa colectivamente con el consejo consultivo, sacar la gestión a la calle, si gestionamos atrás de un escritorio la política se empobrece. La propuesta es para los 6 barrios: una comuna más participativa que representativa.
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Lito expresa la cara más concreta de la militancia social y territorial en una ciudad compleja como es la Ciudad de Buenos Aires, y está convencido de que “la cosa es con todos”: “por supuesto que milito la boleta completa, las razones son obvias, la situación del país, que obligó a compañeros y compañeras a dejar de mirarse el ombligo, limar asperezas y mirar hacia adelante. Eso te da un poco de aire, y es lindo militar una boleta donde hay tanta variedad y tanta diversidad”. “El 12 [el día después] vamos a estar trabajando todos juntos, codo a codo, para recuperar la ciudad y hacer lo que sabemos hacer: unirnos, construir, y no mirarnos el ombligo”.
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