La economía argentina atraviesa una etapa crítica: los ingresos de los trabajadores experimentaron un desplome alarmante, descendiendo casi un 24% entre noviembre y febrero, según revela el índice Ripte. Esta caída de los últimos cuatro meses superó incluso los momentos más críticos de la crisis del 2001.
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En el mes de febrero, los sueldos apenas aumentaron un 11,5%, mientras que la inflación alcanzó un 13,2%. Esta disparidad entre el crecimiento de los ingresos y el incremento de los precios profundiza aún más la crisis económica, dejando a las familias argentinas con menos capacidad de compra y una situación financiera cada vez más ajustada.
Además, el sueldo promedio quedó por debajo del umbral de pobreza establecido por el INDEC, lo que refleja la gravedad de la situación económica que enfrentan millones de personas en el país.
Durante el año pasado, a pesar de que los sueldos mostraron un incremento nominal, la inflación superó ampliamente esos aumentos, lo que significa que en realidad los trabajadores perdieron poder adquisitivo. En febrero, la caída interanual de los sueldos alcanzó el 26%, según los análisis del economista Salvador Vitelli, marcando un nuevo récord negativo en la historia económica reciente del país.
Los datos del índice que informó la caída de los sueldos fue uno de los principales puntos de referencia para la Confederación General del Trabajo (CGT) al anunciar hace algunos días el próximo paro general para el 9 de mayo.
Esta medida de fuerza se postergó para el próximo mes, con el fin de brindar al Gobierno la oportunidad de negociar mejoras en las condiciones salariales.
La inflación del mes de marzo fue del 11% según el INDEC
Este número se da en medio de un contexto de recesión, marcado por la elevada caída de las ventas y del consumo.
La inflación de marzo fue del 11%, según informó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), y acumuló una variación de 51,6%. En la comparación interanual, el incremento alcanzó el 287,9%.
Este número se da en medio de un fuerte contexto recesivo, donde la sociedad tuvo que hacer varios recortes en los consumos diarios debido al elevado aumento de precios y el estancamiento de su salario.
El ajuste realizado por el gobierno de Javier Milei tiene como objetivo -entre otros- bajar la inflación. Ante esto, el dato de marzo confirma la tendencia hacia la desaceleración en el aumento de precios luego del pico del 25,5% registrado en diciembre de 2023. En tanto, el 11% de marzo marcó un descenso de 2,2% puntos porcentuales respecto al mes anterior (que fue de 13,2% en febrero).
En un contexto de desregulación económica, la división de mayor aumento en el mes fue Educación (52,7%), por los incrementos de las cuotas en los distintos niveles educativos al inicio del ciclo lectivo. Le siguieron Comunicación (15,9%), por las subas en servicios de telefonía e internet, y Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (13,3%), por alzas en el servicio de electricidad.
La división con mayor incidencia en todas las regiones fue Alimentos y bebidas no alcohólicas (10,5%). Al interior de la división se destacan las subas de Carnes y derivados, Leche, productos lácteos y huevos, Verduras, tubérculos y legumbres y Pan y cereales.
Las dos divisiones que registraron las menores variaciones en marzo fueron Restaurantes y hoteles (8,3%) y Equipamiento y mantenimiento del hogar (5,0%).
