La actividad metalúrgica en Argentina enfrentó un retroceso significativo en los dos primeros meses del año en curso, marcando una caída del 13,8% en comparación con el mismo período del año anterior.
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Estas cifras fueron reveladas en el Informe de Actividad Metalúrgica del primer bimestre por el Departamento de Estudios Económicos de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), muestran un panorama preocupante para el sector.
Todos los segmentos que conforman la industria metalúrgica tuvieron caídas interanuales superiores al 15%, reflejando una situación generalizada de declive. Este desplome es particularmente notable, ya que solo se registró en seis meses de los últimos ocho años, cuatro de los cuales ocurrieron durante la pandemia en la segunda mitad de 2020.
Elio Del Re, presidente de ADIMRA, señaló que las perspectivas de la industria apuntan a una reducción en la producción, la demanda interna y la utilización de la capacidad instalada, sugiriendo "promover la inversión pero con una visión de impulsar el desarrollo de la industria nacional".
Los rubros más afectados durante este período fueron la maquinaria agrícola, los bienes de capital y el equipamiento médico, con caídas que oscilan entre el 10% y el 23%. En cuanto a la utilización de la capacidad instalada, se registra un descenso de casi 10 puntos porcentuales en comparación con el año anterior, ubicándose en torno al 44,7% en enero y 45,4% en febrero.
La provincia más afectada por esta situación fue Santa Fe, principalmente debido a la influencia del sector de la maquinaria agrícola en la región. Aunque algunos sectores lograron mitigar la caída promedio del sector, como los bienes metalúrgicos vinculados al petróleo y gas, en su mayoría también tuvieron resultados negativos.
La industria pyme cayó al 9,9% anual en febrero y preocupa la apertura de importaciones
Los seis sectores en que se divide la muestra exhiben caídas interanuales en el primer bimestre. En tanto, los más afectados fueron “Papel e Impresiones” (-24,6%) y “Químicos y Plásticos” (-23,1%).
La industria manufacturera pyme se retrajo 9,9% en febrero con respecto al mismo mes del año 2023. Esto responde a la caída del consumo y en medio de una fuerte expectativa por la apertura de importaciones anunciada por el Gobierno, cuyo objetivo es que los precios del mercado interno "se acomoden".
Es el tercer mes consecutivo en que la actividad fabril cae, aunque aminoró la tasa luego de haberse retraído entre 27% y 30% en diciembre y enero, respectivamente. En la comparación mensual, desestacionalizada, también se registró un descenso de 7,7% y en el acumulado del año la actividad cae 21,7%.
Los datos fueron revelados por el Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) que elabora la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
“Las empresas operaron en febrero con 70,9% de su capacidad instalada, manteniendo los niveles de enero (70,8%). Si bien 32,7% de las industrias siguen reportando problemas para la reposición de stock, son dificultades de mucha menor escala que meses anteriores”, dice un pasaje del comunicado de la entidad.
La mayor preocupación en febrero fueron las subas de costo, especialmente en servicios y combustibles. Las industrias consultadas manifestaron las dificultades que conlleva trasladar a precios esos incrementos en el contexto actual. A su vez, hay incertidumbre por el impacto que pudiera tener la apertura de importaciones en algunos sectores.
A esto se suma, en medio de un contexto de recesión económica, el riesgo de que muchas personas terminen perdiendo el trabajo por el costo que le implicaría a la empresa seguir con sus tareas.
“Febrero fue malo, pero entendemos que durante el próximo trimestre las ventas van a mejorar”, señaló una pyme cordobesa relevada, mientras otra, de Mar del Plata, dijo que de no reactivarse el consumo se verá obligada a reducir personal.
