El consumo de yerba mate, un producto esencial en los hogares argentinos, registró una marcada caída en lo que va del año debido a la pérdida del poder adquisitivo de los consumidores.
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En un contexto económico caracterizado por aumentos de precios y una recesión que golpea con fuerza los bolsillos, los argentinos bajaron su consumo, complicando aún más la situación de los productores de yerba.
Según el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), entre enero y septiembre de 2024, la demanda de yerba en el país fue de 193.430.327 kilos, una cifra que muestra una baja del 9,5% en comparación con los 211.913.639 kilos consumidos en el mismo periodo del año pasado.
Una baja histórica en el consumo de yerba mate en Argentina
Los paquetes de medio kilo se consolidaron como la opción más popular entre los consumidores, representando el 56,53% del total de ventas en septiembre, mientras que los de un kilo, tradicionalmente preferidos por su rendimiento, cayeron al 37,83%.
Esta tendencia es vista como un reflejo del menor poder adquisitivo de los argentinos, que optan por presentaciones más económicas para ajustarse a sus presupuestos.
En contraste, las exportaciones de yerba mate mostraron un comportamiento diferente, con un aumento de 2.678.159 kilos en comparación con 2023, lo que representa un crecimiento cercano al 9%. Si este ritmo se mantiene, el sector podría cerrar el año con unos 42 millones de kilos exportados, una cifra alentadora para el mercado externo.
La industria también enfrenta otro desafío: la sobreoferta de materia prima. Durante los primeros nueve meses de 2024, la entrada de hoja verde a los secaderos alcanzó un récord histórico de 968.057.487 kilos, impulsada por condiciones climáticas favorables que elevaron la producción en los yerbales. A pesar de esto, la abundancia de hoja verde empujó los precios a la baja, incluso por debajo de los valores del año pasado.
Frente a esta situación, se espera que los productores tomen medidas para no saturar el mercado en la próxima cosecha, ya que una oferta excesiva podría continuar deprimiendo los precios.
"El consumo de las familias no da ninguna señal de recuperación"
En otro cachetazo de realidad a la política económica de Milei, el ministro de Economía bonaerense, Pablo López, expresó: "El consumo de las familias argentinas no da ninguna señal de recuperación. En agosto, las ventas en supermercados de todo el país cayeron 10,1% en términos reales. En el transcurso del año, el derrumbe de las operaciones acumula 11,5%".
Caída en las ventas
"Las ventas de bienes de primera necesidad, como bebidas no alcohólicas, lácteos y carnes caen, en conjunto, más de -13% real. Pero el deterioro alcanza a toda la canasta de productos. Los rubros + golpeados son electrónicos (-38%), indumentaria (-23%) y bebidas (-19%)", aseguró.
"La contracción del consumo contribuye a consolidar una economía + débil y con peores perspectivas para la inversión productiva. El pueblo argentino está pagando todo el peso del ajuste. Desde la Provincia doblaremos el acompañamiento a las y los bonaerenses en este momento difícil", aseguró.
Menos actividad
Por su parte, explicó que "la actividad económica no detiene su caída. Descontando el sector agropecuario, que crece fuerte porque compara contra el año (2023) de mayor sequía en mucho tiempo, el nivel de actividad cayó en todos los meses del año. El sesgo de la sequía subestima 3 puntos la contracción económica. Al corregir la distorsión, la actividad retrocede a un ritmo anual de -6 puntos. Industria, comercio y construcción caen con tasas de dos dígitos, poniendo en jaque cientos de miles de puestos de trabajo".
