El Producto Bruto Interno (PBI) de Argentina se desplomó 5,1% en el primer trimestre de 2024, respecto del mismo período de 2023, y como consecuencia del duro ajuste fiscal y monetario dispuesto por el Gobierno, según el INDEC. Además, bajó un 2,6% en los primeros tres meses de 2024 en comparación con el cuatro trimestre de 2023.
El impacto del nuevo escenario económico surgido en diciembre tras la devaluación del peso y los recortes fiscales se evidencia por primera vez en los datos oficiales publicados esta tarde por el Indec.
De acuerdo a lo que publicó el organismo, solamente mostraron números positivos las exportaciones, que crecieron 11,1%, mientras que el consumo privado descendió 2,6%; el consumo público, 0,8%; y la formación bruta de capital fijo, 12,6%.
En tanto, el sector de la construcción fue el más afectado en la comparación interanual, con un descenso del 19,7%, mientras que detrás se ubicaron industria manufacturera (-13,7%), intermediación financiera (-13%), comercio mayorista, minorista y reparaciones (-8,7%) e impuestos netos y subsidios (-7,3%).
En tal sentido, también disminuyeron electricidad, gas y agua (-2,2%), otras actividades de servicios comunitarias, sociales y personales (-1,9%), hogares privados con servicio doméstico (-1,9%), hoteles y restaurantes (-1,7%), actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (-1,6%), transporte y comunicaciones (-1,1%).
En contrapunto, los rubros que registraron aumentos fueron agricultura, ganadería, caza y silvicultura (10,2%), explotación de minas y canteras (8%), pesca (3,2%), enseñanza (1,6%), servicios sociales y de salud (1,3%) y administración pública, defensa y planes de seguridad social de afiliación obligatoria (0,8%).
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC) también dio a conocer este lunes el dato de desempleo, que llegó al 7,7% en el primer trimestre de 2024.
Oficialmente en recesión
Los datos de evolución del PBI del primer trimestre confirman, de manera oficial, que la economía argentina se encuentra en recesión. Técnicamente, se considera que un país está atravesando una retracción de su economía cuando registra dos trimestres consecutivos con números recesivos. La caída del -2,6% del primer trimestre de este año se suma a la de -2,5% del último trimestre del año pasado, por lo que es claro que el país se encuentra en esa condición.
Por otra parte, los datos del primer trimestre se enmarcan en la proyección que tanto el Gobierno como el Fondo Monetario Internacional (FMI) tienen este año para la Argentina. El resultado esperado según el Staff Report publicado por el organismo para el primer año de mandato de Javier Milei es fuertemente recesivo: 3,5% de caída general de la economía en 2024, que se ampliaría al 6% si se quita de la cuenta al sector agropecuario.
El informe del FMI también pronostica un 11,3% de desplome de consumo, un 21,8% de derrumbe de la inversión, y aumento del desempleo hasta 8,2% de la oferta laboral, desde el 6,1% con el que cerró el año anterior. Según el Indec, en el primer trimestre la desocupación ya subió al 7,7 por ciento.
El Presupuesto 2025 tendría que elaborarse, según el Fondo Monetario, en base a un escenario más positivo que contemple para el año próximo una recuperación del 5% de la economía. También prevé una mejora del consumo del 3,6%, del 12% en la inversión, del 4,5% en las exportaciones, del 4,9% en las importaciones, además de una inflación de 45% tras una tasa esperada de 140% para fines de 2024. Son las proyecciones que comparten el organismo y el Gobierno pero que podrían actualizarse en septiembre cuando el Ejecutivo envíe su proyecto de “ley de leyes” al Congreso.