En medio de una situación compleja para miles de conductores que se enfrentan a varias cuadras de fila ante el faltante de GNC en las distintas estaciones de servicio debido al aumento de la demanda residencial por las bajas temperaturas, el Gobierno nacional definió una nueva actualización del impuesto sobre los combustibles líquidos (ICL) y el dióxido de carbono (CO2) a partir del 1° de junio, que impactará sobre el precio de la nafta y el gasoil en los surtidores.
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Según quedó formalizado en el Decreto 466/2024, publicado este martes en el Boletín Oficial con las firmas del presidente Javier Milei, el ministro de Economía Luis Caputo y el ya exjefe de Gabinete, Nicolás Posse. La medida, corresponde a un ajuste correspondiente al cuarto trimestre calendario del año 2023 y al primer trimestre calendario del año 2024 que surtirá efectos sobre la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil.
De esta manera, desde el próximo sábado, el ICL sobre la nafta pasará a $10,121 y el ICL sobre el gasoil irá a $8,245 y tendrá $4,464 extras por un gravamen diferencial. Por su parte, el Impuesto al Dióxido de Carbono pasará a $0,619 para las naftas y a $0,935 para el gas.
A raíz de esto, el sexto mes del año comenzará con un incremento sobre el precio de la nafta y el gasoil, aunque aún resta saber cuál es el valor que pondrán las petroleras. según se estima, rondará entre un 3,5 y un 5% de aumento. La medida impactará en surtidores de YPF, Shell, Axion y Puma Energy.
Vale la pena recordar que el Ejecutivo decidió suspender el congelamiento del ICL que regía desde junio de 2021 y dispuso subas para marzo, abril y mayo con la finalidad de actualizar los montos vigentes por inflación. Asimismo, el último mes, a tono de la decisión que tomó el Ministerio de Economía de no aumentar las tarifas, decidió prorrogar la suba del tributo, por lo que los aumentos comenzarán a impactar desde junio.
Según establece la normativa vigente, tanto el ICL como el CO2 deben actualizarse de forma trimestral en base a la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que calcula el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Sin embargo, durante la gestión del gobierno anterior, se resolvió la postergación de los aumentos a fin de evitar una presión mayor en el bolsillo de los automovilistas y transportistas.
Con el objetivo de no incidir en el proceso de desinflación de los precios, la cartera que conduce Luis Caputo, postergó la suba de mayo para el 1° de junio a través del Decreto 375/2024. Esta decisión se replicó para los servicios de gas, luz, agua y el boleto de colectivo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
En este sentido, según informó Economía & Energía, durante el sexto mes del año debería aplicarse "el incremento del ICL y CO2 postergado a través del Decreto 375/2024, correspondiente a la inflación del cuarto trimestre de 2023; y el ajuste del impuesto de acuerdo a la inflación del primer trimestre de 2024", por lo que calcularon que la actualización implicaría "un crecimiento del precio de las naftas en surtidor de alrededor de $138/litro, mientras que en el caso del gasoil el aumento se encuentra en torno a los $100/litro".
Qué dice el decreto
El Gobierno nacional, argumentó en la normativa publicada en horas de la madrugada de este martes que, "Conforme a lo dispuesto por el artículo 1° del Decreto N° 107 de fecha 31 de enero de 2024 se postergaron los efectos de los incrementos en los montos de los impuestos precitados, derivados de las actualizaciones correspondientes al primer, segundo, tercer y cuarto trimestres calendario del año 2023, para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil, conforme a un cronograma de gradualidad, cuyo último tramo, referido a la actualización correspondiente al cuarto trimestre calendario del año 2023, resultaría aplicable a partir del 1° de junio de 2024, inclusive, de acuerdo con la modificación efectuada mediante el Decreto N° 375 del 30 de abril de 2024″.
Asimismo, agrega en los considerando que "a partir de esa misma fecha también surtirían efectos los incrementos en los referidos montos originados en la actualización correspondiente al primer trimestre calendario del año 2024".
Según justifica el Ejecutivo nacional, esta medida responde al objetivo de "estimular el crecimiento de la economía garantizando un sendero fiscal sostenible, resulta razonable diferir parcialmente los efectos de los incrementos que resultarían aplicables a partir del 1° de junio de 2024 para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil".