La fundación Pro-Tejer, que realiza relevamientos periódicos de la situación de la industria textil, reveló en su último informe una gran crisis en el sector, con 10.000 despidos en lo que va del año. Asimismo se registró una gran cantidad de fábricas y comercios en el rubro que tuvieron que cerrar sus puertas.
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El sector, es uno de los principales afectados por la caída del consumo interno, que se pronunció aún más en los últimos meses, causado principalmente por el aumento del costo de vida, entre inflación en alimentos y aumentos de tarifas de servicios.
Además desde Pro Tejer, alertaron sobre una falsa creencia alrededor de relación inversa que existe entre la apertura de las importaciones y la baja de los precios, asegurando que en realidad es la principal causa de la retracción de los precios dentro de la industria. La disminución de la demanda produce inevitablemente una baja en la producción, lo que trae aparejado la suba del costo unitario del producto, en menoscabo de la rentabilidad del producto, lo que afecta directamente a las pymes.
Luciano Galifone, presidente de la fundación expresó sobre la situación actual: "La ropa es un bien que se deja de comprar cuando no tenés plata porque en todo caso seguís usando lo que tenés. Los alimentos, por más que suban lo que suban, no vas a dejar de comprarlos porque necesitas vivir".
La tendencia a la baja se acentuó durante 2024 en medio de un contexto de crisis que obligó al sector a bajar sus precios de venta y, por ende, a incrementar su rentabilidad negativa. Y en el eterno debate de la rivalidad entre la industria nacional y los productos importados, el sector continúa profundizando su panorama caótico registrando el récord de importación mínima durante este año. Hoy en día la relación entre nacional-importado está entre el 55% y 45%, aunque aclaran que no se habla de importado como producto terminado, sino de prendas que cuentan con hilados o componentes importados.
Jorge Sorabilla, secretario de la mencionada fundación, sostuvo: "Necesitamos condiciones de competencia leal. Hay muchas cosas que el empresario no maneja, como los costos. Lo que reclamamos son reformas estructurales que nos habían prometido en campaña, pero como no hay plata, no hay presupuesto para llevarlas a cabo y así convertir a la industria argentina en competitiva".
Factores que inciden y tornan la crisis más pronunciada
El tipo de cambio que sostiene el Gobierno también juega un papel importante dentro del sector. Al mantener un dólar relativamente bajo los importadores se ven beneficiados a la hora de competir con la producción local, lo que también impacta negativamente en los fabricantes argentinos.
Por otro lado y también relacionado a lo gubernamental, los productores del rubro textil indican que más del 50% del precio final que paga el consumidor por una prenda corresponden a impuestos. Se trata de tributos de nivel nacional, provincial y municipal que van agregándose a lo largo de la cadena de producción.
De esta manera, la fundación enumeró los distintos factores que inciden para que el sector textil atraviese por una dura situación, que llevó al despidos de más de diez mil empleados.