Buen resultado del indicador social más importante en Argentina, con una caída de la pobreza en 0,8 puntos porcentuales. Aún así, dentro de este segmento de personas en vulnerabilidad se registró una suba de las personas en condiciones de indigencia, que aumentó en 0,6 puntos porcentuales. El resultados se explica por la solidez del empleo en la primera parte del año, a pesar del contexto macroeconómico de aceleración inflacionaria. También contribuyeron las medidas para asistencia directa de los segmentos poblacionales en condición de vulnerabilidad, a través de los bonos extra sobre la AUH, el Programa Potenciar Trabajo, la Tarjeta Alimentar y las jubilaciones más bajas. Con todo, la situación socioeconómica sigue siendo muy crítica, pero la tendencia empieza a mejorar y ya muestra tres semestres consecutivos con caída de la pobreza.
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Los resultados del primer semestre de 2022 correspondientes al total de aglomerados urbanos registraron que el porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza (LP) alcanzó el 27,7%; en ellos reside el 36,5% de las personas. Dentro de este conjunto se distingue un 6,8% de hogares por debajo de la línea de indigencia (LI), que incluyen al 8,8% de las personas. Esto implica que, para el universo de los 31 aglomerados urbanos de la EPH, por debajo de la LP se encuentran 2.684.779 hogares, que incluyen a 10.643.749 personas; y, dentro de ese conjunto, 660.494 hogares se encuentran por debajo de la LI, lo que representa 2.568.671 personas indigentes.
Con respecto al segundo semestre de 2021, la incidencia de la pobreza registró una reducción de 0,2 puntos porcentuales (p.p.) en los hogares y de 0,8 p.p. en las personas. En el caso de la indigencia, mostró un aumento de 0,7 p.p. en los hogares y de 0,6 p.p. en las personas. A nivel regional se observó una reducción de la pobreza en la mayor parte de las regiones. La indigencia aumentó en tres regiones y disminuyó en las otras tres.
Dado que la incidencia de la pobreza y la indigencia resultan de la capacidad de los hogares de acceder a la canasta básica alimentaria (CBA) y a la canasta básica total (CBT) mediante sus ingresos monetarios, se observó que, con respecto al semestre anterior.
En promedio, el ingreso total familiar aumentó un 29,1%. Las canastas regionales promedio aumentaron 33,8% (CBA) y 29,0% (CBT). Es decir, los ingresos en el período estudiado aumentaron a un nivel similar a la CBT, lo que dio lugar a la reducción de la tasa de pobreza; y menos que la CBA, lo que explica el aumento de la tasa de indigencia del conjunto de la población en el promedio del semestre.
Teniendo en cuenta que la brecha de la pobreza es la distancia entre los ingresos y las canastas de los hogares pobres, se observó que la brecha de la pobreza de los hogares se ubicó en 37,2%. El ingreso total familiar promedio de los hogares pobres fue de $58.472, mientras la CBT promedio del mismo grupo de hogares alcanzó $93.177. La distancia entre los ingresos de los hogares pobres y la CBT aumentó levemente respecto del segundo semestre de 2021.
En cuanto a los grupos de edad según condición de pobreza, se destaca que un poco más de la mitad (50,9%) de las personas de 0 a 14 años son pobres. El porcentaje total de pobres para los grupos de 15 a 29 años y de 30 a 64 años es de 43,3% y 32,0%, respectivamente. En la población de 65 años y más, el 12,1% se ubicó bajo la LP.
Las mayores incidencias de la pobreza en personas se observaron en las regiones GBA y Cuyo, 37,0% cada una; y Noreste (NEA), 36,7%. Las menores, por su parte, se registraron en las regiones Patagonia, 31,4%; y Noroeste (NOA), 36,0%.
Tanto en los aglomerados de 500.000 y más habitantes como en los de menos de 500.000 se observó una reducción de la pobreza de 0,2 p.p. con respecto al segundo semestre de 2021.