Tras realizar el pago de U$S 2.700 millones al FMI el pasado viernes, el Gobierno demostró que la negociación con el organismo está encaminada.
En sintonía con la postura nacional, la directora de Comunicaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), Julie Kozack, declaró que “las autoridades argentinas continúan manteniéndose al día con sus obligaciones financieras con el Fondo”, el mismo día que se realizó el pago.
Después de una reunión informal de rutina del Directorio Ejecutivo sobre Argentina que tomo lugar el jueves, Kozack señaló que las negociaciones "continuarán avanzando" para llegar a un acuerdo.
Tras el cumplimiento de los pagos que viene realizando el Gobierno, el FMI estaría analizando un nuevo desembolso con una importante suma de dinero.
El compromiso de parte de las máximas autoridades del Fondo es responder al menos parcialmente con el pedido efectuado por el equipo económico.
Es por eso que el desembolso del organismo a favor de la Argentina llegaría finalmente a los USD 6.800 millones en julio. No es todo lo que pedía el Gobierno, pero sí bastante más de lo que correspondía para este trimestre.
El FMI estaría dispuesto a desembolsar un monto adicional al previsto y recibiría otro adicional en septiembre.
Los USD 6.800 millones que cobraría el Gobierno alcanzarán para devolver los préstamos recibidos, pagar los intereses de bonos en dólares en una semana y además seguir interviniendo en el mercado cambiario.
Con el dinero de ese nuevo desembolso, el Gobierno podría atender varias cuestiones:
- El pago de USD 4.200 millones que vencen con el propio FMI (parte de eso ya se hizo el viernes, con DEG y yuanes).
- Luego hay que hacer frente a otros USD 1.000 millones de intereses de bonos dolarizados, con vencimiento el 9 de julio.
Realizando esas transacciones pendientes, aún sobrarían alrededor de USD 1.600 millones, que podrían aplicarse parcialmente para evitar las presiones que puedan producirse en el mercado cambiario, en plena época preelectoral, donde el ministro de Economía y precandidato presidencial, Sergio Massa, aspira a quedarse con el poder.
Tras haber realizado el pago de junio, una comitiva viajará esta semana a Washington para acordar nuevos términos con el Fondo y llegar a un acuerdo sobre la quinta revisión del programa respaldado por el FMI.
Tanto Massa como el FMI consideran que el acuerdo será meramente un puente para llegar a diciembre y luego negociar de cero con la futura administración.
