Era obligado a jugar a pesar de ser epiléptico convulsivo, compitió desgarrado en más de una oportunidad y cada derrota era un sermón constante que traía consigo un fuerte castigo que debilitaba cada vez más su figura. Ese maltrato, no solo físico sino también psicológico, lo llevó a intentar quitarse la vida en dos ocasiones. Hoy, con 3 hijos y uno por nacer, Guillermo Pérez Roldán rompió el silencio y contó la historia de horror que vivió con su padre durante más de 10 años.
Días atrás se estrenó en la plataforma de Star Plus, el documental “Guillermo Pérez Roldán confidencial”, dónde el ex deportista relató con gran cantidad detalles su ascenso en el tenis mundial que luego se vio perjudicado por los abusos contantes de su padre y entrenador, Raúl Pérez Roldán. "Quiero poder hacer algo más por los niños para que no vuelva a haber una historia similar”, manifestó en el estreno de los tres episodios que produjo National Geographic.
La serie documental repasa la trayectoria de Pérez Roldan durante las décadas del 80 y 90 junto a otras voces del ámbito deportivo cómo Gabriel Sabatini, Mariano Zabaleta, Pico Mónaco, entre otros. "Los golpes eran permanentes. Todos pensaba que yo era un chico antipático, que hablaba bajito o miraba hacia abajo, pero yo era así porque tenía miedo hasta de hablar", reveló el ex tenista en el trailer.
“Llegaba a tener el miedo suficiente como para no levantarte a ir al baño por las dudas de que lo pudiera despertar. Porque esa parte me tocó muchas veces, de despertarlo y tener que recibir trompadas o cachetadas por el hecho de ir al baño. Teníamos un baño solo en pocos metros cuadrados”, contó también.
“Aunque mi vida ya era tormentosa, porque en un primer momento era un maltrato con todos, tanto con mi hermana como con mi madre, todo se agravó cuando apareció el tema económico y toda la atención se posó sobre mí, porque era yo el que iba a generar el dinero. Se transformó en algo morboso, ahí empezó el delirio absoluto y más aberrante”, confesó en una entrevista con Infobae.
"Ese señor veía que yo tenía todas las armas como para generar más dinero y dejé de ser un hijo para él, para pasar a ser un proyecto. En ese momento empecé a sufrir mucho más las consecuencias”, agregó después.
Hoy, a sus 52 años, el argentino se animó a dejar atrás una etapa terrible de su vida y dejó en vilo al mundo del deporte al narrar la diferentes acciones que padeció en manos su padre, quien desde temprana edad lo sometió a exigencias extremas, dentro y fuera de la cancha, sin importar las consecuencias.
El "método castigo" de Raúl Pérez Roldán:
“Mi padre era muy metódico, dentro de esta metodología que él usaba para todas las cosas, también tenía un método de castigo, porque era una rutina permanente llegar al hotel, que él se bañara y yo sentarme en una silla mientras escuchaba toda una explicación de por qué siempre tenía la culpa de todo, de toda la responsabilidad que tenía y el poco esfuerzo que hacía”, narró Guillermo.
“Después de eso, venía el castigo físico: con cinto, palo, toalla mojada o trompadas a mano cerrada. Nunca atiné a defenderme ni lo agredí, ni verbalmente ni físicamente”, sostuvo con gran angustia.
Pero una de las noches más duras, según explicó Guillermo, fue en una noche de hotel dónde, luego de varios golpes, el joven tenista le tuvo que suplicar a su padre que pare porque le dolía mucho. “‘Subite arriba de la cama’ me dijo. Y empecé a hacer skipping arriba de la cama y me empezó a dar latigazos hasta que se cansó. Ahí creo que fue una de las pocas veces que me doblegó porque le dije que pare porque me dolía demasiado”, y luego reveló: “Paró, pero me agarró de los pelos, me llevó al baño que estaba ahí nomás y me metió la cabeza en el inodoro, y tiró la cadena como diciendo ‘sos una mier…’”.
El día que Guillermo Pérez Roldán intentó suicidarse:
Era tal la violencia y la manipulación psicológica ejercida por su padre, que en dos ocasiones intentó quitarse la vida. “Yo tenía 17 años y con todo el revuelo de lo que me pasaba, cargué la pistola que me había regalado mi abuelo, le puse dos balas de las 5 que podía cargar, la giré y ¡pam-pam! Disparé dos veces seguidas para ver si me daba, y no me tocó", confesó en dialogo con Infobae.
"Yo venía de ganar 3 torneos ATP, todo el mundo hablaba del ‘Roockie’ del año y yo estaba viviendo un martirio inhumano. Fueron dos episodios en donde yo no quería vivir más, por muchos motivos que se juntaron en ese minuto, y no quiero contarlo, porque es demasiado fuerte e involucra a terceras personas. Pero había hecho una elección para ver si tenía que seguir o no. Y no, para mí, eso significaba que tenía que seguir”, detalló luego.
Hoy Guillermo es padre de tres hijos, se encuentra a la espera de un cuarto y trabaja hace un año para la Federación Internacional de tenis.
“Contar las cosas con las que te hice abrir los ojos, me hizo recordar y eso me duele, pero no quiero ser más una víctima, por el contrario, quiero ser un apoyo para la sociedad. Ya fui víctima muchísimos años y estuve preso de esta manipulación, del maltrato y los robos”, expresó, junto al anhelo de que "No existan otros Guillermo en el deporte”.
Además, hace pocos días atrás, trascendió la información que, luego de tantos años, Guillermo llevará finalmente el caso a la Justicia. Con asesoramiento legal de su abogado, Juan Ignacio Pascual, la denuncia se erradicará en Azul, en la jurisdicción de Tandil, con el objetivo de probar con hechos el "plan sistémico y criminal desarrollado por Raúl”.
Según los profesionales, los hechos tendrán sustento en la normativa internacional que denomina a este accionar como “trabajo esclavo”.