A poco menos de una semana para el inicio de las competencias internacionales en el continente, los equipos argentinos se encuentran ultimando todos los detalles de logística para sus debuts en la Copa Sudamericana y Libertadores, según cada caso. Por estas horas todos los focos están puestos en Boca y River, que disputarán el primer partido fuera del país con viajes bastantes largos y complicados.
Te puede interesar
El Xeneize deberá visitar a Nacional de Potosí el próximo miércoles 3 de abril, pero el traslado hacia Bolivia comenzará varios días antes con una planificación poco habitual, con dos hoteles separados e incluso viajes en camionetas 4x4 para llegar a la ciudad.
Por su parte, el Millonario hará lo propio ante Deportivo Táchira en Venezuela, país que justamente no acepta vuelos argentinos por un conflicto diplomático entre ambos países. Por eso, ante la posibilidad de volar directamente, el plantel que comanda Martín Demichelis deberá hacer una escala obligatoria en Colombia, cambiar de avión y ahí sí aterrizar en suelo venezolano.
La travesía de Boca para viajar a Bolivia:
La hoja de ruta del elenco azul y oro para el primer partido de Copa Sudamericana es una verdadera locura. De movida, la delegación no puede viajar directamente a Potosí ya que el aeropuerto Capitán Nicolás Rojas de la ciudad del altiplano no está operativo para vuelos comerciales y por eso la alternativa más potable es la de arribar al aeropuerto de Alcantarí, en Sucre, departamento de Chuquisaca, a exactamente 158 kilómetros del estadio
El avión partirá de Buenos Aires a las 14hs del martes 2/4 para llegar aproximadamente a las 16hs a tierras bolivianas. Sin embargo, el viaje es apenas una parte de la aventura de los jugadores: además, según confirmó el periodista Augusto César, la delegación dormirá en hoteles separados porque Sucre no tiene la suficiente capacidad hotelera para todos. Por eso, los jugadores y el cuerpo técnico estarán en uno y el resto del staff en otro.
Al día siguiente, el miércoles del partido, seguirá la odisea. El plantel desayunará y partirá en camionetas 4x4 hasta Potosí en medio de un camino sinuoso, de montaña y en ascenso. En caso de querer ir en un auto particular o un ómnibus, el plantel tendría que recorrer otros 150 km que separan a un ciudad de otra en seis o siete horas. Y eso no es viable.
La complicada logística de River para llegar a Venezuela:
En el caso de River, hay un contexto político coyuntural que afecta la planificación. El gobierno venezolano de Nicolás Maduro le cerró el espacio aéreo a las compañías con la bandera argentina en represalia por la decomiso de un avión de carga Boeing 747 que aterrizó en territorio nacional en junio del 2022 y después fue entregado a autoridades de los Estados Unidos.
Entonces, ante la imposibilidad de volar directamente con un vuelo chárter a Venezuela, la idea de la delegación riverplatense sería viajar el domingo 31 de marzo a Cúcuta, la ciudad colombiana ubicada cerca de uno de los pasos fronterizos. En ese caso, River no tendrá inconvenientes en volar con una aerolínea local porque no existe ningún tipo de conflicto internacional entre el Presidente Javier Milei y el gobierno de Colombia.
Una vez arribados, inmediatamente se subirán a un micro y se trasladarán por vía terrestre a San Cristóbal, dentro del propio estado de Táchira. Dormirán allí y, como el partido es recién el martes, lo más probable es que el plantel se entrene en algún predio ese mismo lunes para estirar las piernas y no perder del rodaje, pero todavía no lo definió el cuerpo técnico encabezado por Martín Demichelis.
Luego del partido, el miércoles al mediodía el plantel retornará al país. Primero saldrá de Venezuela nuevamente en micro hacia Cúcuta y desde Colombia se tomará un avión hacia Ezeiza, a donde arribará alrededor de la noche del miércoles.
