El fútbol, a lo largo de toda su rica historia, fue protagonista de grandes misterios y mitos que pusieron en vilo a toda la humanidad. Uno de los tantos, es el famoso "Kiricocho", el grito aguerrido que se utiliza usualmente para mufar a los rivales. Pero pocos saben el verdadero origen de la palabra y quién fue el autentico autor de la llamativa cábala.
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Quiricocho o Kiricocho, ni siquiera está claro cómo debe ser escrito, pero su pronunciación es invocada en campos de juego, banco de suplentes y tribunas de todo el mundo. Futbolistas, directores técnicos o hinchas. No hay distinción para la utilización de la palabra, pero sí funciona con un mismo objetivo: enviarle mala suerte al adversario.
En los últimos años, Argentina redujo un poco la venta de jugadores a los principales clubes europeos, aunque jamás dejó de ser un fútbol exportador, incluso de lo anecdótico y cabulero. Por ejemplo, a las canciones de hinchadas que suenan hasta en Japón, se le sumó en el último tiempo la trascendencia de un misterioso mito con grandes tintes de superstición. ¿El gran creador del Kiricocho? Nada más ni nada menos que Carlos Salvador Bilardo.
¿Qué significa "Kiricocho"?
El mito comenzó a tomar gran fuerza en la década del 80 cuándo el Doctor dirigía a Estudiantes de La Plata y luego fue exportado años más tarde por los usos y costumbres de futbolistas argentinos distribuidos por el mundo. La palabra es una expresión que se utiliza para desearle mala suerte al rival: inmuniza contra la desgracia propia y provoca el infortunio ajeno.
Pero de Kiricocho no suele saberse más que eso, o sea casi nada. Según cuenta TyC Sports, ni siquiera hay referencias en el formidable diccionario del fútbol argentino que Olé publicó a finales de la década del 90: de “Quipildor, Carlos, delantero de Atlanta y Banfield en 1974 y 1975”, pasa a “Quirincich, Jorge, defensor de Central Norte de Salta en los Nacionales 1976 y 77”. Buscarlo con K también es en vano: a “Kimberley, club de Mar del Plata que jugó seis Nacionales de Primera División”, le continúa “Kiska, Arturo, mediocampista de Quilmes en 1976”.
¿Cómo surgió la palabra?
Resulta que Kiricocho, supuestamente, era un hincha del Pincha famoso en La Plata por su mala suerte. Cada vez que el personaje iba a un entrenamiento había un lesionado. "Lo conocí porque estaba siempre en la estación de servicios de 1 y 60 donde yo cargaba nafta, y sin llegar a tratarlo mucho supe que era un tipo que probablemente levantaba quinielas en ese barrio cercano a nuestra cancha”, comentó alguna vez Juan Ramón Verón, padre de la Brujita y símbolo excepcional de la institución. Y con la llegada de Bilardo en 1982, el nombre tuvo un papel fundamental para un equipo sumamente cabulero y supersticioso.
Bilardo le pidió que no venga más a las prácticas, pero que se mantenga relativamente cerca para complicar a sus rivales. Es así que, antes de los partidos, el hombre Kiricocho era mandado a saludar a los rivales con una tierna palmeadita en la espalda. El técnico campeón del mundo en México 1986 sólo habló una vez del tema porque las cábalas se ejercen, no se dicen: “Quiricocho era un muchacho de La Plata que siempre estaba con nosotros, y que como ese año salimos campeones (en referencia al Metro '82) lo adoptamos como amuleto. Era un buen pibe pero después ya no lo vi más"
"La última vez que estuve dirigiendo a Estudiantes (2003-04) pregunté por él y nadie sabía nada. Pero aunque no lo creas, cuando fui a España a dirigir al Sevilla hubo un penal para los otros y escuché que alguien atrás mío gritó: 'Quiricocho, Quiricocho'. Yo no lo podía creer, hasta que el Cholo Simeone y Diego Maradona me avivaron de que ellos lo habían dicho un par de veces y que el resto lo aprendió”, reveló Bilardo hace algunos años atrás.
La cábala fue tomando gran trascendencia hasta el punto tal que Kiricocho se empezó a escuchar en todas las canchas del mundo. Y sí, no solo en el fútbol, aunque tal vez es el ámbito más popular por el origen de la palabra.
Compatriotas experimentados cómo Paulo Dybala, Gustavo Alfaro quedaron filmados por las cámaras de la televisión en varias oportunidades, pero también figuras extranjeras cómo Antonie Griezmann y Erling Haaland. Incluso, con el paso de la pandemia del Covid-19 y las canchas de fútbol vacías sin espectadores, el grito de Kiricocho se llegó a escuchar clarito en varias oportunidades.
En marzo del 2021, el joven estrella noruego estaba a punto de patear un penal, pero cuándo el delantero se dirigía hacia la pelota, se escuchó claramente un grito de "Kiricocho”. Acto seguido, Haaland efectivamente falló el remate. Sin embargo, cómo el arquero Yassine Bounou se adelantó, el árbitro ordenó repetir el tiro.
Luego de aquella secuencia, el atacante saldó la deuda contra el guardameta, le grito la misma palabra y mando a buscar la pelota dentro del arco. Sí, gol. Al final del encuentro, la prensa de acercó a Haaland para preguntarle sobre ese “intercambio verbal”, y el respondió: "No tengo ni idea de lo que le grité, le dije lo mismo que me había dicho él. No sé qué significa".