A exactamente siete días del enfrentamiento entre Boca y Agropecuario, por los octavos de final de la Copa Argentina, el cuál tuvo un triste final para Exequiel Zeballos, Milton Leyendeker tuvo un sentido descargo sobre el tema y se mostró preocupado por su difícil e incierto presente deportivo.
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El jugador del Sojero, que le provocó al Changuito una grave lesión en los ligamentos del tobillo y en la parte posterior de la tibia con operación incluida, todavía está suspendido de manera indeterminada, a la espera del informe médico que deben entregar Boca en la AFA.
Pasaron los días, la bronca bajó un poco, pero el defensor aún no tiene fecha de regreso. Aunque al principio se especulaba que la sanción iba a correr solo para partidos de Copa Argentina, finalmente se supo que tampoco podrá disputar encuentros de la Primera B Nacional. En diálogo con Infobae, Leyendeker se mostró arrepentido y aseguró: "Jamás iría a lastimar a alguien a propósito. Siento que me crucificaron antes de saber quién soy".
A una semana del hecho, el defensor de 24 años, manifestó que se encuentra “un poco más tranquilo”, aunque todavía le da vueltas en la cabeza la dura infracción que llevó al Changuito al quirófano. “Cuando me enteré de lo que le pasó a Exequiel me preocupé mucho y más cuándo conseguí el informe medico. Opté por ir a verlo a la clínica y me recibió bien. Le pedí disculpas. Me sorprendió que me atendió muy bien. Es un chico muy humilde, tuvimos una charla tranqui. Le dije que le deseaba la mejor recuperación y que estaba a disposición. Me agradeció por el gesto", reveló Leyendeker.
Sobre la polémica jugada, el futbolista de Agropecuario comentó: "Te soy sincero, nunca pensé que me iban a expulsar. Cuando hice el foul, ni pensé que lo había lastimado. Por eso me fui, pensé que con amarilla estaba bien. Pero cuando vi la jugada en el vestuario, más tranquilo, me di cuenta de que fue más fuerte que lo que sentí en cancha. Lo mismo cuando lo sacaron de la cancha y lo vi entre lágrimas"
Además, reconoció que la situación lo chocó mucho y que los días posteriores fueron muy difíciles. "Recibí muchísimas amenazas, puteadas, mi celular estaba que explotaba. La mayoría fueron por Facebook, Instagram y Twitter. Y todavía siguen", reveló.
El pedido para volver a jugar:
El futbolista surgido de las divisiones inferiores de Newell's se refirió a la sanción posterior y aseguró que está muy preocupado por cantidad de tiempo que le pueden quitar. "Estaba en un momento muy bueno, venía siendo titular, tengo contrato con el club, ya había hablado con el presidente por el tema de la renovación", comentó. "Soy un pibe humilde, no estoy sobrado. Tengo un contrato normal, no gano fortunas. Tengo el contrato de cualquier laburante que trabaja las ocho horas, gano más o menos lo mismo”, expresó ingenuo.
“Necesito jugar, necesito laburar. Nunca quise lastimar a nadie. Entiendo que me tienen que sancionar porque fue un foul desmedido, solo pido que no me corten la carrera", se sincerizó.
"También por el lado de que ayudo a mi familia, ayudo a mi vieja, que está con mi hermanita (tiene 7 hermanas). Mi mamá hace comida en casa para vender. Y yo trato de ayudarla en lo que más puedo”, concluye al borde de las lágrimas el oriundo de Maciel, provincia de Santa Fe.