Ayer por la noche, el puntero Atlético Tucumán recibió a Banfield por la fecha 17 de la Liga Profesional. Tras la derrota en La Bombonera ante Boca y la victoria de Gimnasia La Plata que jugó antes, el Decano llegó en la segunda posición a disputar este encuentro. Finalmente, no se sacaron ventajas y los dirigidos por Lucas Pusineri quedaron con los mismos puntos y diferencia de gol que los de Pipo Gorosito. Atlético y Gimnasia comparten la punta en un campeonato muy peleado que hasta ahora no tiene un candidato totalmente definido. Para colmo, atrás asoman Boca y River, que se enfrentarán el próximo domingo en el Superclásico de la jornada 18.
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Si bien fue un 0-0 sin emociones, el partido entre Atlético Tucumán y Banfield dejó una jugada muy polémica para la discusión. A los 30 minutos del primer tiempo, Martín Garay le dio un pase insólito por alto al arquero Carlos Lampe. La pelota se metía en el arco y el defensor de los tres palos del conjunto tucumano no tuvo otra que sacarla con su mano. Como fue pase de un compañero y reglamentariamente el arquero no puede tocarla con sus brazos ante dicha situación, Darío Herrera sancionó tiro libre indirecto para Banfield, que no pudo aprovecharlo. A pesar de la protesta efusiva de los jugadores del Taladro, el árbitro no le sacó ni amarilla a Lampe y desató la polémica en las redes. ¿Debió ser expulsado?
El pedido de todo Banfield y la discusión
Como cuando un jugador evita una situación manifiesta de gol con sus manos en el área es expulsado, esto es lo que pedían en Banfield con Lampe. Sin embargo, Darío Herrera no le mostró ninguna tarjeta, solamente sancionando el tiro libre indirecto. Esto generó confusión y despertó polémica en redes sociales y medios. Varios periodistas indicaron que debió ser roja, mientras que otros coincidieron con la decisión del árbitro apoyándose en el reglamento. Lo cierto, es que Herrera accionó bien y su determinación de no amonestar ni expulsar al arquero, fue la correcta.
Qué dice el reglamento
"Cuando un jugador cometa una infracción contra un adversario dentro de su propia área con la que se evite una ocasión manifiesta de gol del adversario y el árbitro señale tiro penal, el infractor solamente será amonestado si con la infracción se pretendía jugar el balón; en el resto de acciones (por ejemplo agarrar, arrastrar, empujar, imposibilidad de jugar el balón, etc.) el infractor deberá ser expulsado. Cuando un jugador evita un gol o una ocasión manifiesta de gol del equipo adversario cometiendo una infracción por mano, deberá ser expulsado, independientemente de dónde se produzca esta (salvo que se trate del guardamente en su propia área).". De este modo, queda más que claro que la decisión de Herrera fue acertada.
Por suerte para el local, Jesús Dátolo no pudo aprovechar el tiro libre indirecto en el área de Atlético, y metió un zurdazo que se fue por arriba del travesaño. Con esta jugada como la gran polémica, el partido terminó 0-0 y ahora el conjunto tucumano comparte la punta del torneo doméstico con Gimnasia La Plata.
