El pasado domingo Juan Román Riquelme realizó su partido despedida en La Bombonera ante miles de fanáticos xeneizes. Horas después se reveló la imagen en una de las tribunas de un dirigente del fútbol argentino, algo que desató un revuelo. Se trata de Miguel Abbondándolo, vocal titular de Atlético Tucumán que acudió al homenaje a Román junto a su hija justo el mismo día en que Atlético visitaba a Sarmiento en Junín.
Luego de la polémica generada por haber sido visto en la cancha de Boca, Abbondándolo decidió renunciar a su cargo en el Decano. La institución tucumana utilizó sus redes sociales oficiales para informar sobre la situación: "La Comisión Directiva del Club Atlético Tucumán informa que en el día de la fecha el Sr. Miguel Abbondándolo presentó su renuncia al cargo de Vocal Titular de nuestra institución", expresó el comunicado del club.
El descargo de Miguel Abbondándolo
El dirigente se expresó luego del escándalo y explicó las razones por las que fue a la despedida: "Yo no iba a ir a Junín porque justo estaba sin vehículo y no tenía forma como ir. El partido de la despedida fue antes de que jugara Atlético. Me fui promediando el segundo tiempo y llegue para ver todo el partido", comenzó en diálogo con LV12 Radio Independencia.
"Mi familia está radicada en Buenos Aires porque tengo un chiquito que es autista severo y mi señora ha tenido muchos problemas de salud también y entonces el día a día es complicado. Tengo dos hijas más chicas, una tiene 7 años y me había pedido verlo a Messi y quizás está era la única oportunidad que tenía para poder llevarla, porque después para las Eliminatorias es más difícil. Pude conseguir las ubicaciones y fuimos. Así se dio, después repartían unas banderas que son un poco pesadas para que ellas las pudiera flamear, entonces como todos los otros chicos las flameaban me pidió a mí que la ayudara", añadió.
Finalmente, le pidió disculpas a los hinchas de Atlético Tucumán: "Le pido disculpas a todos los hinchas que se sintieron molestos, lo hice sin ninguna intención. Es simplemente era si podía sacarle una sonrisa a mi hija y pasar un buen momento, bienvenido sea, y eso fue lo que pasó. Yo no soy hincha de Boca", y agregó: "Estoy muy comprometido con el plantel, cuando estoy en Tucumán voy todos los días a los entrenamientos. De 21 partidos a solo dos no fui, a todos los otros 19 fui. Y sobre todo cuando las cosas no están bien. Siempre estoy ahí, al lado del cuerpo técnico y de los jugadores. A mí me han criticado mucho el año pasado, cuando no se dan las cosas los dirigentes somos el chivo expiatorio. Y acepto porque las reglas de juego que sea así".