Boca no pudo ante Fluminense y cayó por 2-1 en la final de la Copa Libertadores de América. En una gran final, los de Fernando Diniz se adjudicaron su primera corona en el torneo continental. John Kennedy terminó como el héroe de la tarde en Río de Janeiro, con el tanto que estampó el resultado final en el marcador a los 8' del primer tiempo extra. Los otros goles fueron de Germán Cano en la primera mitad y de Luis Advíncula, en el complemento. El propio Kennedy se fue expulsado tras marcar el 2-1, por un festejo desmedido, y Frank Fabra dejó el cierre del encuentro 10 contra 10, al darle un cachetazo a Nino y recibir la roja de Wilmar Roldán.
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Luego del pitazo final, Sergio Romero contó sus sensaciones de la caída en la definición: "Difícil de explicar lo que uno siente. Hicimos un buen partido. No supimos aprovechar el hombre de más sobre el final y ellos convirtieron el gol. Cuando estás en desventaja, se hace más difícil. Tuvimos chances y, cuando las tenés, te quedas con esa sensación". En diálogo con los medios en zona mixta, Chiquito habló sobre el golpe a la ilusión: "En pocas palabras hicimos una gran Copa, tenemos que seguir por este camino. A veces toca ganar y a veces toca perder. Tuvimos ilusión hasta el último momento. Lamentablemente es fútbol y tocó quedarse del lado de ellos”.
La gente de Boca y lo que viene
Acerca del apoyo de los miles de hinchas en Río de Janeiro, el arquero de 36 años señaló: "Quiero agradecerle a la gente de Boca. Nos siguieron toda la Copa y muchísima gente se quedó afuera. Me saco el sombrero con ellos. Se merecían la Copa".
Por último, hizo referencia al futuro tras perder la final y no poder conseguir la séptima: "Hay que sacar las cosas que son positivas y mirar las que fueron negativas. Somos un grupo de 30 jugadores que tenemos que seguir aprendiendo. Es un año calendario, toca levantar cabeza y ya pensar en lo que va a ser el partido del miércoles contra San Lorenzo".
