Un nuevo contratiempo sacude a la organización de los Juegos Olímpicos París 2024. El río Sena, que días atrás fue protagonista en la histórica ceremonia inaugural, ahora vuelve a estar en el foco del mundo por los niveles de contaminación del agua.
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Antes de que comenzara la competición olímpica y se hiciera oficial que algunas pruebas acuáticas se iban a realizar en este escenario, muchos cuestionaron si la calidad del agua sería la adecuada para el baño. Con un chapuzón, la alcaldesa parisina, Anne Hidalgo, intentó despejar todo tipo de dudas.
Sin embargo, ahora el Comité de Organización de los Juegos Olímpicos junto a la Federación Internacional de Triatlón y las autoridades locales han decidido suspender los entrenamientos programados para los días domingo y lunes debido a la mala calidad del agua. "La prioridad es la salud de los atletas", explicaron en un comunicado oficial.
Según el comunicado oficial, los niveles de agua no garantizaban las condiciones necesarias para los entrenamientos debido a la presencia de bacterias E.Coli y enterococos, aunque no se especificaron los niveles exactos medidos.
Las pruebas de natación del triatlón están programadas para llevarse a cabo este martes 30 de julio para hombres, 31 de julio para mujeres y 5 de agosto para el relevo mixto. Asimismo, los maratones de aguas abiertas, tanto el femenino como el masculino, están agendados para el 31 de julio y el 5 de agosto.
Pero, más allá de la confianza de las autoridades locales, todavía la competencia del triatlón es una verdadera incógnita.
Hace un siglo que nadar en el agua del Sena, uno de los ríos más emblemáticos de Europa, está prohibido. La apuesta para estos Juegos Olímpicos, justamente 100 años después del organizado por la capital francesa por última vez, es que sea el escenario del triatlón y la competencia de aguas abiertas. Para eso, el gobierno de Francia invirtió cerca de 1.400 millones de euros para que el sueño de volver a nadar en el Sena se haga realidad.
Una de las últimas obras fue terminar de construir la cisterna de almacenamiento de agua de lluvia de Austerlitz, con 50.000 metros cúbicos de capacidad. Este depósito, equivalente a unas 20 piscinas olímpicas, permite almacenar la lluvia y evitar que las aguas residuales lleguen al Sena.
Otro de los desafíos que tuvieron que afrontar estuvo relacionado a la contaminación de las embarcaciones que circulan por el río Sena (el paseo es uno de los atractivos de la ciudad) y las casas flotantes amarradas en los muelles, que fueron obligadas a estar conectadas a la red de desagües y saneamiento para que los desechos no vayan directamente al río.
La limpieza del agua es uno de los legados que la organización le quería dejar en la ciudad en estos Juegos Olímpicos y a tal punto las autoridades se involucraron en el tema que la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, se bañó delante de las cámaras y de decenas de periodistas junto al responsable del Comité Organizador de los Juegos de París 2024, Tony Estanguet.
Ahora, en plena competencia, el servicio meteorológico Météo France es el que se lleva toda las miradas. El clima pasará a ser el principal amigo de la organización para que la competencia no corra peligro. Sin embargo, el pronostico no es nada bueno, especialmente para las mujeres: es que este martes las temperaturas alcanzarán los 34 grados, algo positivo, pero está previsto una tormenta eléctrica en el cierre de la jornada y el miércoles podría haber consecuencias.
La lluvia es el principal enemigo en las próximas horas. Es que cuando aumenta el caudal en el Sena por las precipitaciones, las cloacas desbordan y se acaban vertiendo al río sin pasar por las depuradoras, lo que eleva el nivel de la contaminación por las bacterias fecale.
Esta claro que la cuestión climática es imposible de controlar. Por eso, las próximas horas serán cruciales. Se espera que a más tardar el martes por la tarde se tome una definición con los torneos de triatlón y aguas abiertas. Después de 1,4 millones de dólares invertidos, la respuesta estará en el cielo.