Luego de una larga espera, finalmente Massacre vuelve al mítico "Templo del Rock" para despedir el año a lo grande.
La banda se presentará el 1 de noviembre en el Estadio Obras.
Las entradas ya están a la venta en la web de CoolCo en este enlace.
El Estadio Obras Sanitarias, inaugurado en 1978, nació con el propósito de albergar eventos deportivos. Sin embargo, rápidamente se convirtió en el epicentro de la cultura rock en Argentina, en medio de transiciones históricas que marcaron el paso de la dictadura a la democracia. Su ubicación accesible, la comodidad relativa de sus instalaciones y su buen rendimiento en luz y sonido lo posicionaron como un lugar predilecto para conciertos. A lo largo de las décadas, Obras se convirtió en un símbolo, un "templo" para los amantes del rock.
El 3 de noviembre de 1978, Serú Girán, una banda que aún no había alcanzado su estatus mítico, fue la encargada de inaugurar el estadio para el público. La presentación fue desastrosa debido a problemas de sonido y a una audiencia que no comprendió la propuesta innovadora del grupo. A pesar de este mal comienzo, Serú Girán se consolidaría como una de las bandas más importantes del rock nacional, y Obras se convertiría en un ícono del género.
Entre los momentos más memorables que marcaron la historia del estadio se encuentran los conciertos de The Police en 1980, recordados no solo por su música, sino también por la patada que el guitarrista Andy Summers le propinó a un policía que agredía a una espectadora. Ese mismo año, Almendra se reunió después de siete años y grabó el primer disco en vivo del lugar, consolidando a Obras como un escenario de prestigio.
Los Ramones, en 1987, fueron protagonistas de una noche calurosa y apasionada que inició una relación de amor eterno con el público argentino. Los Redondos, en 1991, vivieron momentos de gloria y tragedia, con conciertos que quedaron en la memoria colectiva y la muerte de Walter Bulacio, un fan asesinado por la policía, que visibilizó la represión estatal en plena democracia.
En 1992, Mano Negra dio un recital que, aunque poco concurrido, se convirtió en un mito. Ese mismo año, Soda Stereo presentó "Dynamo" en seis funciones que incluyeron a bandas emergentes como Babasónicos y Juana La Loca, marcando un quiebre en la cultura rock argentina. En 1993, Pappo ofreció el show más largo en la historia de Obras, mientras que Divididos realizó trece presentaciones en un año, reflejando su crecimiento imparable.
La Renga, en 1994, trajo "el barrio" al templo, simbolizando la llegada de una nueva generación de rockeros argentinos. Los Piojos, en 1999, grabaron su primer disco en vivo en Obras, donde Maradona apareció sorpresivamente, haciendo delirar a sus fans.
Obras no solo fue testigo de grandes momentos musicales, sino también de eventos políticos y sociales significativos. En 1982, durante la Guerra de Malvinas, se celebró el Festival de la Solidaridad Sudamericana, donde el público debía llevar donaciones. Este evento tuvo un doble efecto: mensajes pacifistas y un apoyo implícito al nacionalismo del momento. En 1982 también se realizó el histórico BA Rock '82 en plena transición democrática.
Obras recibió a figuras internacionales de renombre, desde Caetano Veloso hasta Bob Dylan, quien, disfrazado entre el público, caminó sin ser reconocido. Iggy Pop y Mano Negra dieron recitales que se convirtieron en leyenda, y The Ramones encontraron en el estadio un segundo hogar, con Dee Dee Ramone residiendo en el país.
A lo largo de los años, Obras se consolidó como el lugar donde las bandas y artistas consagraban su éxito. La versatilidad del estadio permitía adaptarse a distintos formatos y capacidades, desde el aforo completo hasta un "Obras chico". Aunque el Luna Park ofrecía una competencia cercana, Obras tenía ventajas innegables: mejor acústica, disponibilidad de sábados y una mayor aceptación del rock por parte de sus directivos.