Se viven días de suma excitación en la Agrupación Celeste, conducida por Carlos “Chapita” Elías, opositora a la actual conducción del SUTECBA, que intentará la difícil empresa de disputarle el mando del sindicato de los estatales porteños a su histórico líder, Amadeo Genta, en las elecciones del próximo año.
Sucede que, a las constantes expresiones de confianza de ese sector, en las últimas horas trascendió otro motivo importante que generó más envalentonamiento: según pudo averiguar Data Gremial, Elías fue acercando posiciones con el Defensor del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires y ex integrante de la comisión directiva del SUTECBA, Alejandro Amor, a quien habría incorporado en su armado, según una calificada fuente del ámbito de los municipales.
El apoyo del abogado y dirigente conocido como el “equilibrista” -por su extraño talento para agradar de igual forma a sectores de la política y del gremialismo enfrentados- habría enfervorizado a tal punto a “Chapita” Elías, que en los últimos días se lo vio enviando mensajes muy confrontativos hacia la conducción del gremio, en las redes sociales y a través de entrevistas de medios.
Tal fue el caso en una nota que le concedió al portal platense de dudosa credibilidad Realpolitik, recordado por haberse hecho eco en soledad de una denuncia de presunta pedofilia contra el jefe de Gobierno Porteño Horacio Rodríguez Larreta, y otra contra el intendente justicialista de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, al que vinculó con una banda que supuestamente ganó millones de pesos con facturas truchas. Ambas acusaciones, por cierto, muy flojas de papeles.
En la entrevista con Realpolitik, Elías, un dirigente con 33 años de afiliado al SUTECBA, prácticamente expresó que su intención es “jubilar” a Genta.
Para ese plan contaría con la ayuda inestimable de Amor, que supo ser número tres del gremio. No sería el primer intento de desplazar a Genta, en el que el actual Defensor del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires se vería involucrado.
Cuando el ex presidente Mauricio Macri llegó a la Jefatura del Gobierno de la Ciudad, en 2007, los “amarillos” intentaron colocarlo como número uno del gremio, para hacer del SUTECBA un gremio que fuera funcional al PRO. El argumento macrista era su perfil de abogado dialoguista, pero la operación no prosperó.
En 2012 se tensionó la interna dentro del SUTECBA por rumores de que Amor desplazaría a Genta. El entonces diputado había dejado trascender su interés por dejar su lugar en las (inmóviles y congeladísimas) 62 Organizaciones de la Capital, para asumir un cargo y mayor influencia en el gremio de los estatales porteños.
Posteriormente, en 2014, Amor llegó a su actual cargo en la Defensoría porteña tras un acuerdo entre el PRO y el Frente para la Victoria. La movida pro-Amor del bloque liderado en ese entonces por el actual ministro Juan Cabandié fue muy criticada por los sectores más duros del kirchnerismo.
Amor, por su parte, descartó un acuerdo con el PRO, pero se jactó de que "es la primera vez que un defensor es elegido por unanimidad. Fue un acuerdo político, y la democracia funciona con acuerdos", dijo en aquella ocasión.
Pero la anécdota no queda ahí. El día de su asunción, en el salón Eva Perón, el entonces legislador y posterior ministro de seguridad de María Eugenia Vidal, Cristian Ritondo (uno de los más astutos operadores del macrismo) le dio un abrazo a Amor, lo que provocó un aplauso cerrado entre los opositores, los funcionales y los oficialistas.
Justamente -por lo que pudo reconstruir este portal- Ritondo, junto al vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, estarían detrás de esta movida.
Por último, paradójicamente, el hecho más resonante que lo tuvo involucrado a Amor no tiene que ver con la política partidaria, sino con el ámbito de la dirigencia deportiva: el dirigente es recordado por haber fiscalizado la impresentable elección de la AFA entre Claudio “Chiqui” Tapia y Marcelo Tinelli, que terminó con un sospechoso 38-38, cuando el número de votantes era de 75 y evidenció algún voto doble.