En su reciente paso por el ciclo televisivo de LAM que conduce el periodista Ángel de Brito, la actriz Miriam Lanzoni habló por primera vez del grave accidente doméstico que sufrió hace algunos días que involucra a uno de los gatos que tiene como mascota y mostró en pleno programa las imágenes sensibles de la impresionante herida que le había proporcionado su felino tras el ataque en la zona del ojo.
“Tengo un gatito que se llama Mimí y lo adopté hace tres años. Hace dos domingos adoptamos a otra gata. Y él se puso muy extraño, con una actitud rara, muy violento. Y no es así, porque es súper dulce, es un amor, jamás en la vida sacó garritas ni nada”, empezó contando Miriam acerca de los posibles celos de uno de sus gatos tras la llegada de una nueva mascota a la casa.
En cuánto al momento exacto de la agresión provocada por el animal, Lanzoni relató que "la nueva gata iba a estar de tránsito y si se adaptaba se iba a quedar en casa. Pero Mimí se puso muy celoso y mi novio lo tenía a upa, paradito, mientras la otra gata caminaba por ahí. Yo lo estaba besando, habré estado un rato largo como para generar una cercanía y de repente me hace ghhhh”, imitando el gruñido agresivo que le transmitió el minino en los segundos previos a lastimarla.
“Se me prendió, me agarró con las dos garras y las patas de atrás, como abrazándome. Y la cabeza de él, acá, mordiéndome”, agregó sobre el momento del incidente y mientras tanto se tocaba el lugar exacto donde recibió el ataque. “En un momento yo siento la pata de él adentro del ojo, la garra. Y sentía en la cara un ardor enorme. Tuve un atisbo de lucidez, de no moverme y le dije a mi novio: ‘No te muevas’. Al gato yo le decía: ‘Mimí, soltame’, y ahí empiezo a ver sangre que caía así... ¡un espanto!”, contó angustiada por recordar la horrible situación.
Los minutos posteriores a la agresión
Finalmente, concluyó el relato con detalles de cómo se manejó ante tanta desesperación y el diagnóstico que le entregaron en emergencias médicas, que fue donde asistió ni bien ocurrió este lamentable hecho: "No veía nada, sólo que me sangraba. De este ojo (señalando el izquierdo) no veía nada, con lo cual me llevé un susto muy grande porque no veía. Y con este otro ojo veía que tenía arañones y me sangraba, me sangraba... no paraba la sangre”, siguió.
Al llegar a la guardia, pidió ser atendida lo más rápido posible y, afortunadamente, recibió una muy buena noticia del personal médico: “Subí corriendo los 10 pisos hasta la guardia oftalmológica, llorando, porque pensé que perdía el ojo. Apenas llegamos, me pusieron unas gotas y se dieron cuenta de que sí veía del ojo. Me pasó a un milímetro de la córnea”, terminaba revelando sobre las inferencias más graves que pudo haber sufrido.
Una vez terminado su relato, confesó que asistió a una curandera con el objetivo de que le cierre la importante herida que le quedó por debajo del ojo, lo cuál de manera increíble le funcionó ya que la mejoría con el paso de los días fue notoria: "Ahora estoy maquillada y todo, pero se puso muy rápido muy bien y el ojo también me mejoró mucho. Pero sí, tiene su proceso: está todavía abierto, me tengo que cuidar, estoy con antibióticos, unas gotas, unos lubricantes".