En el comienzo de la tercera temporada del programa conducido por Paula Chaves, Bake Off, uno de los participantes se llevó toda la atención con sus conmovedora historia de vida y con los sueños que desea cumplir.
El concursante que deslumbró fue Gabriel Amato, un taxista de 52 años oriundo de Chascomús, actualmente vive en Berisso, que desea convertirse en pastelero y poder tener su propia casa de té y café dónde pueda servir sus tortas.
En su presentación, Amato indicó que sus compañeros se burlan por su vocación por la pastelería: "Mis compañeros taxistas me cargan mucho con este tema de la pastelería, son dos profesiones que no combinan", aseguró. Luego, entre risas cuestionó: "¿Cuándo viste un taxista pastelero?".
Por último Gabriel, expresó cual es su gran sueño: "Mi gran sueño es poder abrir en un futuro una casita de te. Servir te, café y mis preparaciones", afirmó. Además, se animó a decir cual seria el nombre del emprendimiento: "La casita de Molfeta", en honor a la ciudad italiana en la que nació su padre.